WHOOPIES RELLENOS DE MERMELADA DE ALBARICOQUE
Nunca he sido muy partidaria del amigo invisible, al final es un lío, te toca una persona que no conoces muy bien, le regalas algo que no le gusta y a ti te pasa lo mismo y tienes que poner cara de circunstancias o bien te pateas todas las tiendas en busca de algo chulo para regalar a quién te ha tocado y a ti te regalan un churro.
Sí, ya sé, que lo importante no es el regalo sino el detalle, pero reconocer que fastidia un "pelín".
Afortunadamente éste amigo invisible de los Asaltablogs ha sido divertido aunque casi no llego a tiempo de publicarlo!!
A mí me ha tocado asaltar el blog de yo a veces cocino que me ha encantado. No lo conocía, lo reconozco, pero os recomiendo que le echéis un ojo porque tiene unas recetas increíbles.
Como para no variar no voy sobrada de tiempo y encima estoy enferma he escogido una receta sencilla y rápida a más no poder pero siguiendo la línea del blog (y de mi salud) la he tuneado.
Sé que los originales están riquísimos, porque cuando podía tomar gluten y leche los hacía, aunque sin azúcar, pero esta versión vegana tampoco desmerece en absoluto a la original os lo garantizo.
Mi receta está basada en ésta. A primera vista no son iguales no hace falta que me lo digáis, pero es que se me da fatal usar la manga pastelera y me han quedado más gorditos y además también cambié el relleno.
La receta es muy versátil en lo que al relleno se refiere. Yo los rellené de mermelada de albaricoque que era la que tenía a mano, pero os dejo varias opciones para que podáis elegir: crema de chocolate, crema de algarroba o algún queso vegano como este queso crema en versión dulce.
Ya veis que por falta de opciones no va a ser.
Os cuento esta versión del asalto a mi compi para la que he utilizado 50 gr. de aceite de coco, 5 ml. de edulcorante líquido, 115 gr. de premezcla sin gluten, 3 gr. de impulsor químico, 1 cdita. de extracto de vainilla, 1 cda. de semillas de chía, 3 cdas. soperas de agua, 1 pizca de sal, 50 ml. leche vegetal (o hasta que la masa quede homogénea), mermelada para rellenar.
Precalentamos el horno a 180º.
Derretimos el aceite de coco en el microondas. Este paso no hace falta si el aceite de coco tiene una textura blandita. Agregamos el edulcorante removemos y reservamos.
Trituramos una cucharada sopera de semillas de chía y le añadimos 3 cucharadas soperas de agua. Removemos y esperamos unos 5 minutos hasta que se forme un gel.
Las semillas de chía realmente no hace falta triturarlas, pero si no os gusta encontraros las semillas enteras ésta es una buena opción.
Una vez formado nuestro gel de chía lo añadimos al aceite de coco. Añadimos la harina junto con la sal y el impulsor químico y empezamos a remover para que la harina absorba el aceite de coco. Seguido incorporamos la leche y comenzamos a batir hasta que conseguir una masa lisa y homogénea. Es probable que necesitemos un poco más de leche, lo vamos viendo sobre la marcha. Ir con cuidado, tenemos que ir echando la leche poco a poco para que no nos quede una masa demasiado líquida.
Metemos la masa en una manga pastelera y vamos dibujando círculos con la masa en una bandeja de horno en la que previamente habremos puesto un papel vegetal.
Tenemos que espaciarlos porque al llevar impulsor químico, con el calor del horno van a crecer un poco y si los ponemos un poco juntos se nos pegarán.
Los horneamos a 180º durante 15-20 minutos, hasta que estén dorados.
Los dejamos enfriar sobre una rejilla y cuando estén totalmente fríos ya los podemos rellenar de lo que queráis.
On egin.
Comentarios
Publicar un comentario