TARTA DE CUMPLE EN MICROONDAS

* SIN GLUTEN * SIN LECHE * SIN AZÚCAR AÑADIDO * SIN LEVADURA
Últimamente estoy algo apartada del blog por motivos personales por lo que habréis notado que no publico las recetas de forma tan seguida como antes. 

En esta situación también influye este período tan "raro" que estamos viviendo a nivel mundial y en el que tenemos más tiempo para estar en casa y en familia y que como no, estoy aprovechando para cocinar más con la ayuda de las miniflaneras (no podía desperdiciar la ocasión de tener a dos pinches de cocina casi a jornada completa a quién "explotar" jeje) y también para escribir un nuevo ebook.

Con esta receta participé en septiembre en uno de los retos del grupo de Facebook "Cocinando con Claudia y Julia". Era un reto muy chocolatero, o sea, muy yo, así que esta tarta me pareció la mejor opción porque está hecha, rellena y cubierta con chocolate por expreso deseo de las miniflaneras ya que esta tarta fue la que les hice en julio para su cumple.

Desde que nacieron siempre les he hecho una tarta, pero el año pasado me pilló el toro y lo dejé para el último momento y ya no me daba tiempo a hornear una en condiciones así que cogí la receta del bizcocho súper esponjoso en microondas que tengo en el blog y le hice algún cambio. Resultado: espectacular.

Mis peques a día de hoy no tienen ninguna restricción alimentaria pero como la mami también quería comer tarta, pues se la hice adaptándola a mi dieta, a fin de cuentas están acostumbradas y prácticamente no notan la diferencia.

Os cuento como la hice y lo que necesité para hacer en primer lugar el bizcocho: 18 gr. de almidón de yuca, 24 gr. de almidón de maíz, 18 gr. de harina de arroz, 2 cdas. de leche de arroz, 5 ml. de edulcorante líquido, 4 huevos enteros L, 2 claras de huevo, 20 gr. de cacao puro sin gluten ni azúcar, 2 pares de sobres de gasificante.

Y esto es lo que necesité para la ganache de chocolate: 100 ml. de nata vegetal, 10 gr. de margarina o mantequilla vegetal y 125 gr. de chocolate para postres sin gluten, lácteos ni azúcar.

Para hacer el bizcocho mezclamos todos los ingredientes en un bol. Primero echamos los sólidos y luego la leche, los huevos y los sobrecitos de gasificante. Lo batimos unos 5 minutos con la batidora de varillas a velocidad media hasta que nos quede una mezcla esponjosa con burbujitas.

Engrasamos un molde apto para microondas (si es de silicona no hará falta porque se desmolda fácilmente) y vertemos la masa. Lo pondremos entre 4 y 6 minutos a potencia máxima.

Si lo preferís lo podéis hacer también en el horno para lo cual tendríamos que haber precalentado el horno a 180º y después hornear a la misma temperatura durante aproximadamente 25-30 minutos.

En ambos casos sabréis que está hecho cuando al pinchar con un palillo en el centro éste salga seco.

Cuando tengamos listo nuestro bizcocho de chocolate lo desmoldamos con cuidado de no quemarnos y lo dejamos reposar sobre una rejilla.

Ahora vamos a hacer la ganache que nos va a servir tanto de relleno como de cobertura.

En un bol ponemos la mantequilla a fundir en el microondas. La sacamos y le añadimos el chocolate troceado y removemos hasta conseguir una crema chocolateada. Si vemos que con el calor de la mantequilla fundida no es suficiente para que se derrita el chocolate le podemos dar otro golpecito de microondas. Eso sí!! con mucho cuidado de que no se nos queme.

Vertemos la nata vegetal en un cazo que pondremos al fuego y cuando haya empezado a templarse le agregamos el chocolate fundido.

Removemos constantemente para que no se nos pegue y cuando empiece a hervir esperamos hasta que empiece a espesar e inmediatamente después retiramos del fuego.

La dejamos enfriar. Lo ideal es hacerla de un día para otro, ya que al enfriar coge más cuerpo y con esa textura nos resultará más fácil rellenar y cubrir el bizcocho.

Cuando tengamos la ganache y el bizcocho fríos es el momento de rellenar y cubrir.

Con un cuchillo de sierra cortamos el bizcocho a la mitad para hacer dos capas.

Ayudándonos de una espátula, extendemos la ganache de chocolate sobre la capa inferior y ponemos la otra capa de bizcocho encima.

Seguido y de nuevo con ayuda de la espátula que nos ayudará a alisar la superficie, cubrimos el bizcocho con la ganache restante procurando que nos quede lo más liso posible y de paso aprovechamos para disimular las posibles imperfecciones que tenga el bizcocho.

Para hacer esto lo ideal sería tener una base giratoria pero como no la tengo improvisé una con un plato grande colocado sobre un tazón de boca bastante ancha.

Cuando hayáis terminado de cubrir el bizcocho lo podéis adornar con nata, frutos secos, unos frutos rojos, lo que queráis o dejarlo así como hice yo.

Guardarlo en la nevera para que siga manteniendo una estructura firme y no se nos derrita la ganache.

On egin.

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