MOUSSE DE LIMÓN

* SIN GLUTEN * SIN LECHE * SIN AZÚCAR AÑADIDO

Esta mousse de limón ha sido todo un descubrimiento. Es muy ligera no sólo en cuanto a calorías que también, sino al sabor y a la textura.

La receta la vi en un blog de cuyo nombre para no variar no me acuerdo (creo que debería de empezar a apuntar este tipo de cosas) pero la adapté para que en casa pudiéramos comerla sin problema, bueno, más concretamente, para que yo pudiera comérmela sin problema jeje.

Vamos a necesitar 1 limón, 3 claras de huevo, sirope de agave, 40 gr. de harina de maíz, 500 ml. de leche de arroz y 350 ml. de agua.

Lo primero de todo es lavar bien el limón, si es ecológico no hará falta ser tan meticulosos pero si no, lo mejor es coger un cepillito de uñas (sin usar por favor!!) y limpiarlo a conciencia para eliminar los restos de pesticidas y todo lo que le echan a la fruta. 

Después retiramos la piel del limón (sólo la parte amarilla, porque la blanca es muy amarga) y la cortamos en una juliana muy fina. Vamos a dejar unos trozos de la piel para decorar después la mousse, el resto lo vamos a poner a hervir en un cazo con el agua durante unos minutos.

Mientras, exprimimos el zumo del limón y reservamos.

Montamos las claras a punto de nieve y las metemos en la nevera hasta que las necesitemos. Para endulzarlas le he añadido un chorrito de sirope de agave a mí es el que más me gusta pero podéis utilizar el endulzante que prefiráis.

Ahora en otro cazo ponemos la leche de arroz, la harina de maíz (harina, no espesante) y echamos otro chorrito de sirope de agave. Cocemos a fuego lento durante 7 minutos y después lo dejamos enfriar un poco.

Cuando esté templado echamos a esta mezcla el agua aromatizada con la piel del limón a la que previamente habremos añadido el zumo de limón que teníamos reservado.

Removemos bien hasta que todo quede mezclado de forma homogénea, nos va a costar un poco porque cuando añadimos el agua queda una mezcla bastante grumosa, pero al final queda todo perfectamente integrado y sino siempre podéis darle un golpe de batidora y listo.

Ya casi para terminar, vamos incorporando en tres veces y con movimientos envolventes las claras a punto de nieve.

Sólo queda meter en la nevera para que espesen un poco y cojan más cuerpo y decorar con las tiras de la piel de limón que guardamos al principio.

Este es un postre refrescante ideal para el verano y apto casi para todos los públicos.

On egin.


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