HELADO DE FRESA CON CHIPS DE CHOCOLATE

* SIN GLUTEN * SIN LECHE * CON AZÚCAR AÑADIDO

Hoy ha bajado la temperatura a lo bestia, y eso que estamos en veranito, pero da igual porque yo ya tenía decidido que hoy iba a subir esta entrada con este rico helado a pesar de que lo que mejor combinaría hoy sería un chocolate calentito.

Hacía mucho tiempo que no hacía este helado, ya sé que suelo decir lo mismo de casi todas las recetas que comparto con vosotros, pero prometo que es cierto, es que normalmente no suelo tener tiempo para cocinar a pesar de lo que me gusta pero ahora con la excusa del blog voy sacando huequitos para ponerme a trastear en la cocina y contároslo.

Esta receta de helado me la "chivó" la propietaria de Veganamente. Allí suelo comprar el queso en lonchas vegetal y la nata que voy a utilizar en esta receta. Es una tienda pequeñita que está en el Casco Viejo de Bilbo y que está atendida por una pareja súper simpática que te asesoran estupendamente sobre todo cuando como yo aún eres principiante en este mundillo. 

Le comenté que mi peque echaba mucho de menos los helados sobre todo en verano, y que salvo los de hielo que no le chistaban mucho yo no sabía hacer ninguno más. La chica me dijo que ella solía hacer uno que de sabor se parecía mucho a los famosos "Frigopie" así que en cuanto llegué a casa lo hice y a la peque le encantó, y al resto de la familia también.

La receta original lleva sólo dos ingredientes, pero hoy la he cambiado un poquito y le he dado otro toque para lo que he utilizado 1/2 litro de nata vegetal para montar "Ambiante", 1 bote de mermelada de fresa sin azúcar añadido, chips de chocolate negro y aroma de anís.

La nata la vamos a tener en la nevera para que esté fría y así nos resulte más fácil de montar. El método a seguir es igual que si fuera una nata normal. Ésta nata ya viene azucarada así que no tenemos que añadir más azúcar. Cuando ya esté montada añadimos la mermelada de fresa y con ayuda de una espátula removemos con cuidado y vamos integrando poco a poco la mermelada a la nata hasta que ésta adquiera un color rosa muy tenue. Añadimos unas gotitas de aroma de anís y los chips de chocolate al gusto.

Volcamos la mezcla en un recipiente de plástico que tapamos y metemos al congelador. Cada hora aproximadamente lo vamos a sacar y a remover para evitar que se nos formen cristales de hielo.

Para servirlo es mejor sacarlo unos 10 minutos antes del congelador para que no esté tan duro y nos sea más fácil hacer las bolas de helado. También podemos sumergir la cuchara de helado en agua caliente que nos facilitará aún más la tarea.

Podemos adornar con un poco de sirope de fresa o de chocolate.

La nata que nos ha sobrado, podemos congelarla sin ningún problema para usarla en otra ocasión.

Ya habéis visto que este helado de fresas es súper fácil de hacer, pero si queréis otra alternativa de helado fácil que además esté buenérrimo y tenga un punto sofisticado, os recomiendo este helado de té verde matcha de los chicos de japónalternativo que está brutal. 

On egin.

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