TARTA DE MANZANA DE LA ABUELA

* SIN GLUTEN * SIN LECHE * SIN AZÚCAR AÑADIDO
Si, lo sé, ya vuelve la pesada del chocolate y las manzanas. Bueno, hoy sólo soy la pesada de las manzanas.

Es que en cuanto llega el otoño me entra antojo de manzanas en todas sus versiones: compota, tarta, bizcocho, galletas, manzanas asadas,... me da lo mismo, así que me vuelvo loca comprando y cocinando cosas que lleven manzana.

Y esta mañana mientras desayunaba estaba leyendo las noticias en el móvil y de repente ha aparecido esta receta y la he tenido que hacer porque si no me iba a dar un "parraque" jaja.

Ya sé que en el blog hay unas cuantas recetas con manzanas pero ésta no. Es la típica tarta de manzana que hacían las abuelas sólo que como la he improvisado pues había ciertas cosas que no tenía en casa, como por ejemplo mantequilla, bueno en mi caso margarina o mantequilla vegetal así que la he sustituido por aceite de coco y no sabéis lo buena que ha quedado. La manzana junto con el coco y la mermelada de frutos del bosque que le he puesto para darle un poco de brillo es una combinación ganadora.

Para esta tarta he utilizado 4 manzanas rojas, 150 gr. de aceite de coco (muy blandito pero sin que llegue a estar derretido), 60 ml. de sirope de agave, 1 huevo L, 65 gr. de leche vegetal (la que queráis), 57 gr. de premezcla de repostería sin gluten, 6 gr. de impulsor químico, 3 cdas. de mermelada de frutas del bosque.

Precalentamos el horno a 180º.

Ponemos en un recipiente la leche, el sirope de agave, la harina sin gluten, el impulsor químico, el aceite de coco, el huevo y 3 de las manzanas troceadas (yo no las he pelado).

Batimos todo con una batidora de mano hasta que nos quede una crema con una textura cremosa y uniforme.

Engrasamos y enharinamos un molde de horno y vertemos en él la mezcla.

Con la manzana que nos queda, hacemos láminas lo más finitas posible (si no tenéis una mandolina como es mi caso os podéis ayudar de un pelador de verduras) y las colocamos sobre la mezcla que tenemos en el molde solapando un poco unas láminas sobre otras, más o menos como os pongo en la foto de abajo:


Metemos en el horno durante 60 minutos a 180º con calor arriba y abajo.

Los últimos 10 minutos la ponemos sólo con calor abajo.

La tarta va a quedar bastante húmeda y líquida por lo que la prueba del palillo en este caso no nos vale. La sacaremos cuando veamos que las manzanas están doradas y blanditas.

Sacamos el molde y dejamos enfriar sobre una rejilla. Mientras está aún caliente pintamos con una brocha la tarta con un poco de mermelada para que quede brillante (este paso es opcional).

Tenemos que dejar enfriar por completo la tarta, para que adquiera una textura más firme. Si la partimos en caliente como es muy húmeda se nos va a desmontar.

Esta receta es ideal para acompañar con un té en una otoñal tarde de octubre.

On egin.

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