QUESO CREMA
Recuerdo que una de las primeras cosas que más me fastidió cuando me dijeron que no podía tomar leche fue no poder comer queso.
Peeero todo tiene solución, cara, eso sí, pero solución al fin y al cabo. Lo cierto es que a día de hoy hay en el mercado muchas alternativas al queso que están muy logradas en cuanto a sabor y textura, pero esta que os enseño hoy, además de buena está muy bien de precio y además es muy versátil ya que nos va a servir para nuestras recetas tanto dulces como saladas o para comer, como veis en la foto, untado sobre unas tostadas.
Si la receta que os enseñé ayer iba dedicada a mi terapeuta, hoy he decidido que también va a haber dedicatoria jeje. Estos días estuve de viaje en Galicia, que es mi segunda tierra y de la que reconozco estoy profundamente enamorada. Allí vive una de las personas a las que más quiero en el mundo: mi abuelo y hay una persona magnífica a la que la familia queremos un montón que le facilita la vida enormemente y a la que acaban de prohibir los lácteos. Hablando con ella recordé esta receta y esta mañana me ha mandado la foto del resultado y me ha alegrado muchísimo. Gracias Fermina.
Y ahora vamos al lío, que he venido muy dispersa de las vacaciones. Para esta receta vamos a necesitar tan sólo un ingrediente: 1 yogur de soja natural de 500 ml. o 4 pequeños, va a depender de la cantidad de queso que queráis.
Lo único que tenemos que hacer es colocar el yogur sobre una gasa o una estameña y colocarlo con ayuda de una goma o de un colador sobre un vaso alto. Yo como veis utilicé el vaso de la batidora.
Y ahora lo metemos en la nevera durante un mínimo de 6 horas, pero si lo podéis dejar más tiempo mejor. Yo lo dejé allí toda la noche.
Lo que vamos a conseguir durante este tiempo es que el yogur pierda todo el agua que tiene y así va a ir espesando hasta conseguir esta textura de queso en crema.
Este queso se puede conservar durante 2-3 días en nevera en un recipiente hermético y lo bueno que tiene es que podéis utilizarlo tanto para recetas dulces como saladas. Podéis añadirle algún tipo de endulzante, o como en mi caso una pizca de sal, ajo en polvo y orégano.
También para hacer postres sustituyéndolo por el queso en crema habitual.
Espero que os haya gustado y os suscribáis a mi blog.
On egin.
Sumergirse en una tabla de quesos exquisitos es un viaje sensorial inigualable. Los diversos sabores, texturas y aromas crean una experiencia culinaria única y memorable para deleitar los sentidos.
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