GALLETAS DE ARÁNDANOS Y CHIPS DE CHOCOLATE

* SIN GLUTEN * SIN LECHE * SIN AZÚCAR AÑADIDO * SIN LEVADURA
* SIN HUEVO * VEGAN
Y con estas galletas inauguramos el nuevo año bloguero. Os deseo a todos que vuestros sueños se cumplan y mucha salud (sobre todo si como a mí, tampoco os ha tocado la lotería jaja).

Como ya toca empezar a cuidarse un poco después de tanto desfase navideño, os traigo estas galletas que podéis hacer en compañía de los peques de la casa y que son sanas, rápidas y muy ricas. 

Tienen un sabor increíble a arándanos y la avena les da un toque dulzón genial.

La receta la encontré en la web de quitegoodfood pero la modifiqué un pelín, bueno ya sabéis, en mi estilo jeje.

Con esta cantidad de masa salen unas 18 galletas bastante hermosotas. Las podéis hacer más grandes en plan galletón o más pequeñas pero deberéis de tener en cuenta que el tiempo de horneado variará en función del tamaño.

También podéis sustituir los arándanos por frambuesas, fresas, moras, pasas, uvas o cualquier otro fruto rojo de textura similar.

Para hacer estas galletas vamos a utilizar 1 taza de preparado de repostería sin gluten, 1 taza de copos de avena certificados sin gluten, 1/2 taza de arándanos (frescos o congelados), 1/2 taza de anacardos naturales troceados, 1 taza de leche vegetal, 1/4 taza de chips de chocolate negro, 2 cdas. de AOVE*, 2 cdas. de edulcorante, 1 cda. de semillas de chía, 1 cda. de extracto de vainilla, 1/2 cdita. de canela molida, 1 cdita. de bicarbonato, 1 cdita. de vinagre de manzana y 1/2 cdita. de sal.

El primer paso, que sabéis que siempre se me suele olvidar, es precalentar el horno a 180º. Muy importante, porque sino malamente vamos a hacer las galletas jeje.

Después es muy simple, en un bol grande, echamos todos los ingredientes menos el bicarbonato y el vinagre y con ayuda de una espátula o una cuchara de madera mezclamos hasta conseguir integrar todo. Por último echamos el bicarbonato junto con el vinagre de manzana y volvemos a mezclar.

Veréis que queda una masa bastante pringosa.

Cogemos una bandeja de horno y la forramos con un papel vegetal. Como la masa es bastante inmanejable nos ayudaremos de unas cucharas para ir depositando porciones de masa separadas entre sí en la bandeja (en el horno aumentarán de tamaño y no queremos que se nos peguen) .

Yo hice dos hornadas de 9 galletas cada una.


Metemos en el horno a 180º con calor arriba y abajo durante unos 10-15 minutos si queréis que os queden unas galletas tiernas y abizcochadas o unos 25 minutos si preferís unas galletas más crujientes.

Eso sí, recordar siempre que las galletas al enfriar endurecen.

Cuando hayan adquirido el punto que queréis que tengan las sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla y después las guardamos en un recipiente hermético. Os diría que aguantan dos semanas pero en mi casa no suelen durar tanto. 

*AOVE: Aceite de Oliva Virgen Extra

On egin.

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